La cocina también, como todo en esta vida, se rige por modas. Moda es aquello que aparece en un determinado momento, potenciado por unas ideas o argumentos circunstanciales y que gracias al empuje de la comunidad y de las personas que lo consumen, aumentan su conocimiento global y se consigue expansionar de gran forma. Actualmente, gracias a Internet, las redes sociales y los blogs, todo es mucho más rápido y potente. Todo el Mundo conocerá algo rápidamente y podrá acceder a ello. Y la cocina, la gastronomía, bien lo sabe.
Programas de televisión comenzaron a popularizar el arte de cocinar pero están siendo las redes sociales las que ayuden a viralizar ciertas nuevas creaciones que cada vez más, se acercan a la comida saludable y rica para nuestro organismo. Programas Detox, alimentación healthy… Solo tienes que darte un paseo por Instagram o Pinterest y encontrarás miles de imágenes que no necesitan más explicación.
Y en medio de todo esto, ha aparecido una nueva forma de comer sano. Los Buddha Bowls. Aunque quizás no es tan nuevo como pensamos porque si algo tienen estos platos es origen de los de toda la vida.
¿Qué es un Buddha Bowl?
Es un plato que contiene varios ingredientes en él aunque no mezclados consiguiendo un equilibrio entre cereales, verduras, proteínas, legumbres y carne o pescado (según el gusto). Son ingredientes que componen un conjunto pero que, por su forma de presentación, no están mezclados como en un cocido o un guiso. ¿Te suena de dónde puede venir? A mi me parece una evolución hacia lo healthy y también lo creativo / estético de los platos combinados de toda la vida. Además, el objetivo de los Buddha Bowls es tener todo en un plato y que ahí pongamos lo que necesitamos ingerir en esa comida.
Que están de moda, de eso no hay duda pero ¿por qué? Yo, que personalmente los sigo primero porque me gusta su estética y color y segundo porque me parece muy cómodo comer todo en un mismo plato y no hacer 2 pases de comida (me aburro y no tengo tiempo), creo que el éxito de los Budda Bowls radica, además de en una buena campaña de marketing que los ha lanzado al estrellato en lo pensados que están para adaptarse a la vida actual y moderna. No tenemos tiempo de nada y mucho menos para comer y echarle tiempo a preparar varios platos. La mayoría comemos en el trabajo, nos llevamos todo en un tupper y eso de preparar primer y segundo plato además de ensalada, hace mucho que dejó de existir. Con un Buddha Bowl lo tienes todo en un solo plato y además, son sanos, ricos, saludables, equilibrados y completos.
¿Qué pongo en un Budda Bowl?
Un Buddha Bowl se compone, ante todo, de equilibrio y armonía. El color prima para que lo compongas y lo construyas. Nada está ahí puesto por azar ya que primero comemos por la vista y ya estamos, en el momento de ver nuestro plato, enviando información a nuestro cerebro secundario (aunque es a veces más importante que el principal), el estómago. Pero además de que esté bonito, tiene que cumplir sus funciones de alimentar, saciar y que sea saludable y positivo para el organismo. ¿Y cómo se hace? Ya hay fórmulas fáciles de seguir para que nada se te escape:
- Cereales: una cuarta parte de tu plato. Aquí puedes incluir arroz integral, quinoa, cous cous…
- Proteina: otra cuarta parte de tu plato. Alubias negras, tofu, huevo…
- Verduras: la mitad de tu plato. Boniato, cebolla, calabacín, aguacate, brócoli, champiñones, zanahorias… Todo lo que te apetezca.
- Toppings los que te apetezca. Salsas, germinados…
Y cada cosa, las debes cocinar por separado y ahí es donde entran nuestras especias. Si haces las verduras al horno, al vapor o a la plancha, podrás y deberías condimentarlas para que tengan mucho sabor. Personalmente soy muy de horno porque es rápido, limpio y sale todo con un gusto único. Troceo las verduras, las rocío con aceite de oliva virgen y después, doy rienda suelta a mi imaginación: pimienta, curry, pimentón, nuez moscada… Todo es bienvenido según la verdura que prepares. Además, la quinoa o el arroz integral siempre lo puedes también sazonar con especias cuando lo cueces y le darás un toque único y especial, nunca mejor dicho.
Por supuesto, cuando montes tu Budda Bowl, dale el último clic con una buena sal, como la rosa del Himalaya por ejemplo o también la de Hawai. Y si quieres más sabor, te recomendamos nuestras sales: sal con azafrán, sal con boletus, sal con trufas o sal negra en escamas.
Pon un Buddha Bowl en tu mesa, tu organismo, paladar y vista te lo agradecerán.