Qué bien sienta un merecido Gin Tonic una tarde o noche con amigos, después de un día duro de trabajo, o un día cualquiera sentado en tu sofá mientras disfrutas de una buena conversación con tu pareja.
La situación es indiferente, lo que en realidad importa es cómo prepares esa bebida tan mística y que casi podríamos decir es protagonista número uno del postureo español. ¿Quién no tiene una foto en Instagram con una copa de balón y su Gin Tonic favorito.
Veamos cómo se prepara. La receta original del Gin Tonic es la siguiente:
- En una copa vacía, lo que primero se añade es el hielo. Este debe presentarse en su justa medida. Es esencial que no moleste al beber y que mantenga la bebida fría durante todo el tiempo que dure.
- Es el momento de añadir una rodaja de limón. Lo ideal es frotar ligeramente el borde de la copa y añadir unas gotas del zumo en su interior. La rodaja puede quedar dentro de la copa igualmente.
- Ahora llega el esperado momento de añadir las especias. Con sumo cuidado añadiremos unos granos de enebro, pimienta roja y cardamomo. No es conveniente abusar ni tampoco moler. Te recomendamos añadir el grano entero.
- Justo después servimos la ginebra. Como máximo, lo ideal es no pasar de 60 mililitros. De lo contrario habrá mucho de Gin y poco de Tonic.
- A continuación se añade la tónica. Hay muchas clases de tónica. Además de la clásica, puedes añadir otras de sabores. Aquí no hay recomendaciones, tus preferencias son las que mandan.
- Por último, toca remover todo para unificar sabores. Si tienes un palo de coctelería, utilízalo. ¡Y a disfrutar de tu Gin Tonic!
Si quieres quedar bien cada vez que tengas visita en casa o disfrutar de una buena copa mientras te regocijas en tu sofá, llévate este pack de especias y prepara tus Gin Tonic como un profesional.