La naranja de por sí es un ingrediente que está presente en infinidad de recetas, pero si hablamos de la piel de naranja, tampoco se queda atrás.
La piel de naranja tiene un aroma inconfundible: intenso, vivo y audaz. Aporta un toque muy especial a infusiones y cócteles. Aunque también hace lo suyo en repostería.
Por ejemplo, es protagonista del Negroni, un cóctel hecho a base de ginebra, campari y vermut.
Además de ello, la podemos encontrar en:
- Infusiones. La piel de naranja puede utilizarse para preparar infusiones. Combinada con otras especias da lugar a sabores agradables, poco comunes y exquisitos. Y si además adornamos con algunos trocitos como los que vienen en este tubo, el resultado es más asombroso.
- Bizcochos. El bizcocho de naranja es un clásico en repostería. Este lleva de por sí naranja, pero se puede decorar con su piel, aportando así un toque más sofisticado.
- Tartas. En cualquier tipo de tarta, la piel de naranja es un extra que siempre sienta bien. Como acompañamiento o protagonista, hablamos de un ingrediente ácido, vivo y que aporta personalidad a cada bocado.
- Pasta. Igual te sorprende esta sugerencia, pero ¿has probado la pasta capricci con sepia, naranja y jengibre? No es nada común, pero la mezcla de sabores es única y es una receta de esas que cuando pruebas quieres repetir.
- Pescado. Lo mismo ocurre con el salmón al horno con costra de naranja y parmesano. Igual es un plato del que nunca has oído hablar. Pero ¿para qué hablar cuando se puede saborear? Te recomendamos que le des una oportunidad. Es un plato que sorprende.
- Carne. Como no podía ser de otra manera, aquí te traemos una sugerencia de carne: solomillo de pavo a la naranja. La naranja se utiliza para aportar sabor al plato. Y vaya si lo hace.
Llévate a casa este tarro de piel de naranja y comienza a probar nuestras sugerencias. También puedes crear tus propias recetas.