Hay quien decía que nuestro país huele a ajo ¿y qué? Acaso no están ricos unos cogollos con ajito frito con un poquito de aceite y vinagre? ¿Y qué me dices del pollo a la plancha con ajitos picados?
Quien dijo eso, probablemente no sabía valorar la riqueza de la gastronomía de nuestro país.
El ajo triunfa en la mayoría de sus platos. Incluso tenemos cremas elaboradas a base de este ingrediente tan particular. ¿Te hace un ajo blanco?
El ajo tiene un sabor poderoso y potente. Intenso y muy característico.
En la cocina se puede utilizar entero, laminado, en grano, confitado o machacado. Precisamente estos últimos destacan por la manera en que preserva su sabor.
¿Quieres probarlo? Aquí te dejamos algunas ideas:
- Sofritos. El ajo machacado es perfecto para hacer sofritos. Esta forma le permite fundirse con el resto de ingredientes y esparcir su aroma por todo el cocinado. Al triturar la mezcla, apenas te supondrá esfuerzo.
- Pescados a la plancha. Una merluza o calamar a la plancha con unos ajitos machacados y un poco doraditos son la combinación perfecta para disfrutar de un manjar en familia o con amigos. ¿Te hace?
- Carnes a la plancha. De igual manera, un plato de pollo, ternera o lomo a la plancha es capaz de transformar su sabor y experiencia añadiendo ajo machacado. Es el ingrediente clave que hace que los comensales se chupen los dedos.
¿Te animas a añadir ajo machacado en tus recetas? Súmalo al carrito y en pocos días lo tendrás en tu cocina.