De oreja a oreja. Así será tu sonrisa cuando saborees tus comidas a partir de ahora. Y tú dirás, pero si solo es sal… Te confundes. No es sal, es La Sal.
Delicada, crujiente, fina y creada de manera natural, esta sal es la sustituta del yodo que encuentras en los supermercados. No hay punto de comparación.
Para que te hagas una idea esta sal ha pasado por procesos naturales como la evaporación y la precipitación. Nada más. No hay procesos químicos que valgan. Y es precisamente esto lo que le da ese sabor tan característico al que nadie puede resistirse.
Eso sí, si quieres triunfar en tus almuerzos y cenas con amigos, toma nota. Aquí te dejamos algunos trucos gourmet.
Nuestra primera recomendación es que rompas cada escama delicadamente con tus dedos, cuidadosamente, como si se tratara de alta joyería.
Luego, toma un pellizquito y espolvoréala lentamente sobre los alimentos justo antes de servirlos a los comensales.
Verás cómo se funde cuando entra en contacto con el calor de la comida y cómo se integra en cada bocado.
Otra sugerencia es que la coloques en un cuenco y que cada persona aderece su plato al gusto.
Sea como sea, esta sal combina con cualquier tipo de plato. Una pizca de sal y potencia todos los sabores.
Por ejemplo, qué tal una ensalada de jamón de pato. Con brotes tiernos, tomates cherrys, avellanas y pistachos tostados, cebolleta, granada, aceite de oliva virgen extra, vinagre, pimienta y nuestra sal en escamas como broche de oro.
Seguro que tienes un amplio recetario donde añadirla. Así que hazte con este tubo de cristal de sal en escamas y pon ritmo a tu cocina.