Baobab o, como se le suele conocer en su país originario, Sudáfrica, el fruto del árbol de la vida. Potente, único, sin secado, porque la propia palmera se encarga de hacer este trabajo de forma natural. Quien lo prueba e incluye en su dieta, no sólo no lo deja sino que se convierte en un imprescindible. ¿Por qué? Su poder es impresionante gracias a todos los beneficios que aporta a nuestro organismo. No podía ser de otra manera, siendo un fruto que se origina en la copa de palmeras impresionantes con más de 3.000 años de vida y experiencia y que se desarrollan a más de 30 metros de altura.
Una palmera literalmente extraordinaria que cuenta con hojas frescas sólo durante la estación de verano manteniéndose seca el resto del año. Un árbol sabio que crece alto y fuerte para albergar en su interior el agua suficiente para vivir durante el resto de estaciones secas hasta que vuelvan las lluvias, que le traerán las fuerzas necesarias para rejuvenecer y dar nuevos frutos.
Con un sabor único que le aporta el toque cítrico de su pulpa, el Baobab en polvo es pura fibra (más del 50% de su contenido), hidratos de carbono (75%), proteínas (2 %) y sólo un 0,27 % de grasas. Una composición magistral, digna de la sabia y poderosa naturaleza que además puede dotar a este fruto de un potente contenido en vitamina C.
A nosotros nos encanta por las siguientes razones:
– Su sabor: cítrico, ácido y dulce. ¿Todo a la vez? Sí, y tienes que probarlo.
– Por su versatilidad en multitud de platos: perfecto en tus batidos y boles de desayuno pero también en comidas… Añade un poco de polvo de baobab a tus guisos y notarás un toque diferente y exótico.